La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha intensificado su control sobre el cumplimiento del registro de jornada en las empresas. En 2024, las sanciones impuestas por infracciones en esta materia ascendieron a 20,19 millones de euros, lo que supone un incremento del 8,78% respecto a 2023, cuando la cifra se situó en 18,56 millones de euros.
Aumento de sanciones por incumplimiento del registro de jornada en 2024
Desde la entrada en vigor del registro obligatorio en 2019, la evolución de las sanciones ha sido notable. En su primer año de aplicación, se detectaron 980 infracciones que afectaron a 8.929 trabajadores. Con el paso del tiempo, la normativa se ha endurecido y el número de sanciones ha aumentado significativamente. En 2023, se registraron 1.660 multas y 20.414 empleados afectados, mientras que en 2024 las cifras crecieron hasta 1.869 sanciones y 21.649 personas en plantilla perjudicadas.
El incumplimiento del registro de jornada y sus consecuencias
El registro de jornada es una herramienta clave para evitar abusos laborales relacionados con la realización de horas extra no remuneradas y el exceso de jornada. Las empresas que no cumplen con esta obligación se enfrentan a multas que pueden oscilar entre los 751 y los 7.500 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
La Inspección de Trabajo ha reforzado su control mediante inspecciones presenciales y telemáticas, poniendo especial foco en sectores donde se ha detectado un mayor número de irregularidades, como la hostelería, comercio y sanidad.
Cómo evitar sanciones por el registro de jornada
Para cumplir con la normativa y evitar posibles sanciones, las empresas deben:
- Implantar un sistema de registro fiable que permita reflejar de manera clara las horas trabajadas.
- Informar a los empleados sobre su derecho a conocer su jornada real.
- Almacenar los registros durante cuatro años para posibles inspecciones.
- Asegurar que las horas extras sean voluntarias y estén debidamente remuneradas.
El aumento de las sanciones refleja la importancia de cumplir con la normativa laboral y la necesidad de que las empresas adopten medidas adecuadas para evitar infracciones. Con la digitalización y el teletrabajo, se espera que la vigilancia sobre el registro de jornada continúe reforzándose en los próximos años.