El gobierno de EEUU anuncia que impondrá un arancel del 25%, por un valor de 50.000 millones de dólares, a las importaciones chinas que contengan tecnología industrial por considerar que violan la normativa de propiedad intelectual.
La medida, a la que sumarán otras similares aún por desvelar, se comenzará a aplicar a partir del próximo 30 de junio. El abultado déficit comercial con Pekín de 500.000 millones de dólares anuales es la prueba de que el comercio es injusto y desventajoso para Washington.
EEUU ha exigido a Pekín que reduzca en 200.000 millones de dólares este desequilibrio, si no quiere ser objeto de más sanciones comerciales.