La pensión por incapacidad permanente es compatible con el trabajo de autónomo.

Así lo determina el Tribunal Supremo en una sentencia en la que considera que la actividad profesional que venía realizando como programador informático «no resulta perjudicial a su estado».

Los magistrados recuerdan que las condiciones laborales del demandante no le requerían hacer grandes esfuerzos: gozaba de una jornada parcial en la que trabajaba sentado.

Por tanto, consideran que la actividad profesional que desempeñaba el demandante «no resulta perjudicial o inadecuada a su estado».