Te contamos cuáles son los riesgos del registro de datos en el sector turístico.
El próximo 2 de diciembre entrará en vigor el nuevo registro de datos de viajeros que deberán implementar hoteles y otros negocios del sector turístico. Esta medida ha generado una gran preocupación entre los expertos en protección de datos, que ven en este registro un riesgo significativo para la privacidad de los clientes. El motivo principal: la obligación de recoger más de 40 datos personales, algunos de ellos extremadamente sensibles, como la fecha de nacimiento, residencia habitual, teléfono, correo electrónico y hasta los datos bancarios.
Los riesgos del registro de datos en el sector turístico
Los expertos advierten que este tipo de fichas tan detalladas podrían convertirse en el blanco perfecto para ciberdelincuentes. La cantidad de información recopilada permitiría realizar un «robo de identidad fantástico», según indican, facilitando ataques dirigidos que pondrían en peligro la seguridad digital de los viajeros. Los criminales tendrían a su disposición todos los datos necesarios para extorsionar a las víctimas o acceder a sus cuentas bancarias y otros servicios.
Uno de los puntos más preocupantes es la ausencia de medidas claras para proteger esta información. Aunque se trata de un registro destinado a las fuerzas de seguridad, la cantidad de datos personales recogidos y su posible vulnerabilidad tecnológica podrían hacer de este sistema una mina de oro para los ciberdelincuentes. Como señalan los expertos, basta con que los delincuentes consigan el código de seguridad de la tarjeta de crédito y la contraseña del correo electrónico para que tengan acceso completo a la vida digital de las víctimas.
¿Cómo afecta esto a los negocios del sector?
La preocupación no es solo para los viajeros, sino también para los alojamientos y negocios del sector turístico que deben implementar este sistema. Estos establecimientos serán responsables de manejar una cantidad ingente de datos sensibles, lo que les convierte también en un objetivo atractivo para los ciberataques. Cualquier fallo en la protección de esa información podría suponer graves sanciones legales y, además, una pérdida de confianza por parte de los clientes.
Los negocios deben empezar a prepararse de inmediato para garantizar que cuentan con las medidas de seguridad adecuadas para proteger estos datos. Una buena práctica será asesorarse con expertos en protección de datos para asegurar el cumplimiento de la normativa y evitar posibles brechas de seguridad.