La temporalidad en estos perfiles no implica precariedad, como sí ocurre en otras profesiones.
El mercado laboral se dirige imparable hacia la temporalidad y hacia los trabajos por proyectos, algo que se traduce en relaciones cada vez más fugaces entre los profesionales y las empresas y en una demanda de perfiles especializados, capaces de solventar las tareas de cada momento. La tendencia, aseguran los expertos, es imparable con el paso de los años. Sólo quedan algunos detalles por pulir para que realmente se haga efectiva en el grueso de las compañías. Uno de ellos es saber cuáles son las posiciones realmente alquilables.
Otro, quizá el más importante, es el relativo a la seguridad. En el headrenting, el 65% de los honorarios pactados entre empresa y directivo se mueve entre los 100 y los 400 euros al día, “y normalmente estas relaciones oscilan entre los seis meses y los dos años de duración”.