El incentivo fiscal de los planes de pensiones particulares se ha visto muy mermado, pero no desaparece del todo.
El beneficio fiscal varía en cada caso, pero este año, el máximo al que se puede optar se coloca en 700 euros.
Quienes tengan ingresos superiores a 300.000 euros en 2022 obtendrán un beneficio fiscal de 705 euros, al aplicar a los 1.500 euros aportados su tipo del 47%.
Las gestoras de planes han lanzado ofertas ligadas al compromiso de permanencia del ahorro por largos periodos, que pueden llegar a nueve años y premian los traspasos y las aportaciones nuevas con un abanico de incentivos que van desde el 1,5% al 6%, en función del importe y de los años de permanencia.