El autónomo envejece, y no hay síntomas de renovación. Territorio Pyme ha tenido acceso al informe Observatorio de Ocupaciones, elaborado por el Ministerio de Empleo.
En él se aprecia un constante crecimiento del perfil de autónomo mayor de 45 años. Y sin visos de renovación por parte de autónomos menores de 30 años. Un segmento que no deja de caer.
Hace diez años, el 45% de los autónomos tenían más de 45 años. Este perfil ocupa hoy un 55% de todo el colectivo. Un claro síntoma del envejecimiento en este tipo de profesionales.
En concreto, el número de afiliados mayores de 45 años es de 1.765.350 trabajadores, que representan al 55,32 % del total.
Todos los tramos de edad a partir de los 45 años tienen un crecimiento realmente alto, en contraste con los datos de los menores de 30 que, como veremos posteriormente, no dejan de descender. Entre 2012 y 2016, el porcentaje de autónomos que tenían entre 55 y 59 años aumentó un 14%. Los mayores de 59 crecieron un 10%, del mismo modo que lo hicieron los autónomos que tienen entre 50 y 54 años.
La variación para los profesionales por cuenta propia de 45 a 49 años aumentó casi un 7%.
En el lado opuesto se sitúan los autónomos más jóvenes, cuya representación mengua en el total del colectivo. De hecho, en el último año España ha perdido 6.600 autónomos menores de 30 años.
La representación de este tramo de edad es irrisoria, en comparación con los mayores de 45. En la actualidad, tan sólo un 8,89% de los autónomos tienen menos de 30 años, lo que corrobora el progresivo envejecimiento del colectivo, la necesidad de fomentar este tipo de actividad entre los jóvenes, y el riesgo de insostenibilidad del RETA. Será imposible que el sistema se autoabastezca con sus cotizaciones, salvo un cambio radical en las tendencias detectadas.