Las empresas toman conciencia de la importancia de fomentar una alimentación saludable entre sus empleados.
Cada vez hay más empresas preocupadas por fomentar ambientes de trabajo healthy, aliadas de una nueva mentalidad que no solo revierte en su productividad, sino que hace más fácil lo difícil: que el empleado no sienta la alarma del despertador como un martillo.
Se trata, en definitiva, de compaginar un ritmo de vida cada vez más frenético con un entorno laboral que apueste por el bienestar del empleado como un activo más de la empresa.
La generación millennial -que en 2025 representará el 75% de la fuerza laboral- invierte el tradicional orden de valores.
No es (solo) una cuestión de sueldo. Tampoco de una (siempre deseable) estabilidad.