Los retos de la prevención en el entorno laboral actual.
La siniestralidad laboral sigue siendo un desafío alarmante en España. Según los últimos datos, los accidentes laborales se cobraron la vida de 573 personas hasta septiembre de 2024, un incremento de 49 muertes en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que representa un preocupante aumento del 9%. Este escenario no solo evidencia un grave problema en materia de seguridad, sino también un desafío para empresas y trabajadores.
¿Dónde se dan más accidentes mortales?
De las 573 muertes, 466 accidentes ocurrieron durante la jornada laboral, mientras que los 107 restantes se produjeron «in itinere», es decir, durante los desplazamientos hacia o desde el lugar de trabajo. Por sectores, los servicios lideran las cifras de siniestralidad, seguidos de la construcción y la industria.
Este panorama demuestra que, a pesar de los esfuerzos por implementar medidas de seguridad, aún existen deficiencias en la prevención de riesgos en ciertos sectores, especialmente aquellos con tareas de alta exigencia física o con entornos laborales complejos.
La necesidad de actualizar la ley de prevención de riesgos laborales
El Ministerio de Trabajo puso en marcha en febrero de 2024 una mesa de diálogo con agentes sociales para actualizar la ley de prevención de riesgos laborales, que data de 1995. Sin embargo, hasta ahora, no se han logrado avances significativos.
Una actualización de esta normativa es crucial para adaptarse a los desafíos actuales del mercado laboral, que incluye la digitalización, el teletrabajo, los nuevos modelos de empleo y las demandas de mayor seguridad en sectores tradicionalmente peligrosos.
Además, implementar mejoras en la legislación no solo reduciría la siniestralidad, sino que también reforzaría la competitividad y la imagen de las empresas comprometidas con el bienestar de sus empleados.
Cómo pueden actuar las empresas
Ante este contexto, las empresas tienen un papel fundamental para frenar el crecimiento de los accidentes laborales. Algunas medidas clave incluyen:
- Evaluar los riesgos laborales periódicamente en función de las tareas específicas de cada puesto.
- Fomentar la formación continua en prevención de riesgos para empleados y mandos intermedios.
- Invertir en tecnología y equipos de protección que reduzcan la exposición a peligros.
- Promover políticas de conciliación y flexibilidad que minimicen los accidentes in itinere.
Una empresa que prioriza la seguridad no solo mejora la productividad, sino que también protege su reputación y reduce los costes asociados a la siniestralidad.