Comercializan derivados extremadamente peligrosos sin respetar las normas.
La CNMV se moviliza para evitar abusos contra los pequeños inversores. Ha tomado cartas en al asunto de los 3.500 intermediarios de la UE, especialmente de Reino Unido y de Chipre, que operan en España sin sucursal, tras detectar numerosas irregularidades en su operativa.
Entre ellas, que comercializan derivados extremadamente peligrosos sin respetar las normas, que ofrecen servicios de social trading sin autorización y que realizan publicidad encubierta o ilícita. El supervisor estudia prohibir que operen en España los brókeres que no enmienden estas anomalías.