La dependencia del mercado europeo y la búsqueda de alternativas internacionales.
La agricultura española se ha consolidado como uno de los pilares de exportación en el mercado europeo. En 2023, la Unión Europea absorbió el 83% del total de frutas y hortalizas exportadas desde España, alcanzando los 9,4 millones de toneladas. Aunque esta demanda europea ha favorecido el crecimiento del sector, muchos agricultores ven en esta dependencia un riesgo que desean reducir.
La dependencia del mercado europeo y la búsqueda de alternativas internacionales
Para los agricultores españoles, la elevada dependencia del mercado europeo es motivo de preocupación. Si bien la UE ha sido un cliente clave durante años, el sector está buscando oportunidades en otros mercados extracomunitarios que permitan diversificar las exportaciones de frutas y hortalizas y reducir el impacto de posibles fluctuaciones en la demanda europea. Países como China y Arabia Saudí se perfilan como alternativas estratégicas gracias a su crecimiento demográfico y su demanda estacional, que se complementa con las producciones de contraestación españolas.
La diversificación hacia estos países tiene varias ventajas. En el caso de China, su tamaño de mercado y su creciente interés por productos frescos y de calidad europea representan una gran oportunidad. Arabia Saudí, por su parte, está en proceso de modernización y apertura de su economía, lo que incrementa la demanda de productos alimentarios importados.
Brasil: un mercado potencial a la espera del acuerdo UE-Mercosur
Brasil también aparece en el radar de los exportadores españoles, pero su acceso depende en gran medida del acuerdo de asociación entre la UE y Mercosur, un pacto que aún está en proceso de negociación. De concretarse, podría facilitar el comercio con Brasil y otros países del Mercosur, abriendo una puerta clave para los agricultores españoles que buscan expandir sus ventas fuera de Europa.
La exploración de estos mercados representa no solo una oportunidad de crecimiento, sino también una estrategia de mitigación de riesgos para el sector agrícola español. La diversificación geográfica permitirá a los agricultores asegurar una mayor estabilidad y aprovechar las tendencias de crecimiento en distintas regiones del mundo, adaptando sus exportaciones de frutas y hortalizas a las necesidades específicas de cada país.