Las empresas pueden ser incluidas en los ficheros de morosos sin necesidad de que se les requiera previamente el pago de la deuda ni se les informe de su posible incorporación a estos registros.
¿Pueden las empresas ser incluidas en ficheros de morosos sin previo aviso?
Así lo ha determinado el Tribunal Supremo en una reciente sentencia, aclarando que la exigencia establecida en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) de 2018, que obliga a informar previamente a los deudores, solo es aplicable a las personas físicas y no a las empresas.
Este fallo del alto tribunal se basa en que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea no es de aplicación a las personas jurídicas, lo que significa que las empresas no tienen el mismo nivel de protección en estos casos. En consecuencia, los acreedores pueden inscribir directamente a una empresa en un fichero de morosos sin necesidad de enviarle un requerimiento previo ni informarle de las consecuencias de su impago.
¿Cómo afecta esta sentencia a las empresas?
Para las compañías que enfrentan dificultades económicas, esta decisión puede suponer un riesgo añadido, ya que ser incluidas en un fichero de morosos puede afectar su reputación y limitar su acceso a financiación. Sin embargo, desde la perspectiva de los acreedores, facilita la gestión de impagos y el cobro de deudas pendientes.
Las empresas deben estar atentas a sus obligaciones financieras, ya que una inclusión en estos ficheros puede derivar en consecuencias comerciales graves, como la pérdida de confianza de proveedores y dificultades para acceder a crédito bancario.
El Tribunal Supremo ha dejado claro que las empresas pueden ser incluidas en ficheros de morosos sin previo aviso, un criterio que refuerza la protección de los derechos de los acreedores, pero que también supone un desafío para las compañías con problemas financieros. Ante esta situación, es fundamental que las empresas gestionen sus deudas con diligencia para evitar sorpresas desagradables en su historial financiero.