El sector de automoción continúa invirtiendo en nuevas instalaciones en todo el mundo pese a las numerosas amenazas que se ciernen sobre el negocio.
De momento, las estadísticas permiten ver que se añade una capacidad de fabricación de 3,6 millones de vehículos a una red que tiene una capacidad ociosa equivalente a 45 millones de unidades y cuando el mercado demandará dos millones menos de unidades este año.
Las nuevas aperturas responden a la búsqueda de localizaciones alternativas que representen menores costes para los fabricantes y la actualización de infraestructuras para fabricar exclusivamente vehículos eléctricos, aunque lo cierto es que las marcas todavía no han reducido sustancialmente la capacidad para ensamblar coches de gasolina y gasoil.