Te contamos el motivo por el que Hacienda puede estar vigilando a tu empresa familiar.
La reciente postura del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) ha generado un gran revuelo entre asesores fiscales y empresas familiares. Este organismo ha facilitado a Hacienda el control permanente sobre cualquier movimiento empresarial que pueda derivar en un ahorro fiscal, especialmente en aquellas operaciones derivadas de reorganizaciones empresariales. Pero, ¿qué significa realmente este cambio y cómo afecta a la empresa familiar?
La vigilancia de Hacienda sobre las reorganizaciones empresariales
El principal punto de preocupación es la posibilidad de que Hacienda tenga una «ventana abierta» de inspección indefinida para cualquier operación de reestructuración que realice una empresa familiar. Esta vigilancia afecta, principalmente, a las reorganizaciones empresariales orientadas a optimizar la carga fiscal o a minimizar el pago de impuestos en un futuro. Según los expertos en fiscalidad, la decisión del TEAC puede ser utilizada como excusa para abrir actas masivas de inspección, generando un entorno de incertidumbre en el ámbito empresarial.
Hasta ahora, la empresa familiar contaba con ciertos mecanismos de protección y seguridad jurídica en este tipo de operaciones. Sin embargo, con el cambio de enfoque del TEAC, Hacienda tiene mayor libertad para cuestionar, sin límite temporal, cualquier estructura o reparto de dividendos que considere sospechoso de perseguir una reducción fiscal. Es decir, el foco se ha puesto en el posible ahorro futuro y no solo en el presente.
¿Qué deben hacer las empresas familiares?
La clave, a partir de ahora para reducir el control fiscal, es reforzar el asesoramiento fiscal y analizar cuidadosamente cada decisión que implique una reorganización empresarial. Documentar cada operación con justificación económica y contar con el respaldo de un experto en fiscalidad que pueda anticipar posibles conflictos con la administración se vuelve imprescindible.
Si eres una empresa familiar, debes estar atento a este tipo de cambios y plantearte si las operaciones previstas pueden desencadenar un escrutinio fiscal en el futuro. Estar preparado es la mejor manera de proteger tus intereses frente a la nueva estrategia de control de Hacienda.