Bruselas quiere ampliar la cobertura a nuevas realidades como la economía colaborativa o los contratos sin jornada definida.
Consciente de que el malestar social alienta los extremismos, la Comisión Europea prepara un plan para final de año, con medidas como limitar el periodo de prueba de los empleados.
Fenómenos como Uber, el teletrabajo o los llamados contratos de cero horas, en los que no existe un horario mínimo ni fijo, ganan peso en la Unión Europea.
Bruselas quiere reformar una directiva que regula los contratos de trabajo por escrito para mejorar la cobertura de ese colectivo, en buena medida compuesto por jóvenes.
Se trata de un gran reto. Porque esa norma solo afecta a trabajadores por cuenta ajena. Y precisamente las empresas fuerzan a muchos de estos empleados a establecerse como autónomos para limitar sus obligaciones legales.