Empieza la cuenta atrás para miles de autónomos y pequeños negocios que aplazaron sus impuestos en mayo y que todavía no los han devuelto.
Este viernes 20 de noviembre, termina el plazo para liquidar las deudas de las autoliquidaciones trimestrales que el Gobierno permitió aplazar a raíz del coronavirus, durante seis meses, cuatro de ellos sin intereses.
Más de 600.000 autónomos y pequeños negocios se beneficiaron de esta medida en pleno estado de alarma y pudieron posponer algunos de sus impuestos del primer trimestre de 2020, como las retenciones e ingresos a cuenta de los modelos de retenciones trimestrales a trabajadores o empresarios (111); de arrendamiento o subarrendamiento de inmuebles (115). También los Pagos fraccionados del IRPF (modelo 130 y 131), los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades (modelo 202) y la declaración trimestral de IVA (modelo 303)
Esta medida sirvió para dotar de liquidez en los momentos más críticos a los trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, y aunque muchos todavía están lejos de recuperarse, estas ayudas han finalizado y los autónomos tienen que empezar a hacer frente a sus obligaciones.