El 8% de las compañías españolas son muertos vivientes, según el Banco de España.
Zombi es el término que utilizan los economistas para referirse a aquellas empresas que tienen unos beneficios que no son suficientes para cubrir sus propios gastos financieros. Es decir, el dinero que ganan no solo no llega para devolver la deuda que tienen, sino que apenas sirve para pagar los intereses de sus préstamos.
El Banco de España reconoce que el 8% de las empresas españolas están en esta situación. El problema ha vuelto a aparecer con la irrupción de la pandemia, que ha provocado un terremoto económico. Ante este desplome, el Gobierno puso en marcha algunas medidas para paliar el golpe como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las líneas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Sin embargo, existe un riesgo de mantener con vida a empresas de manera artificial.
Una vez se acaben estas medidas, pueden salir a la luz las debilidades de muchas empresas. Algunas no podrán volver a incorporar a todos sus trabajadores, llevando a cabo despidos, o no serán capaces de devolver los préstamos. Si esto ocurriera, se habría destinado dinero público a salvar una empresa que no era viable.