Los trabajadores afectados por un ERTE a causa de la pandemia de coronavirus tendrán que ajustar su periodo vacacional.
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) fue la medida a la que se acogieron un buen número de empresas durante el estado de alarma como consecuencia del coronavirus.
Las vacaciones de verano según el tipo de ERTE
No obstante, la pregunta que ahora mismo sobrevuela sobre todos estos trabajadores que estuvieron o aún están en ERTE es la siguiente: ¿cómo afectará esto a las vacaciones de verano? Las respuestas son diferentes en función del ERTE al que se acogiera cada empresa.
Suspensión de contrato
Los trabajadores deberán restar fechas a su periodo de descanso. La forma de hacerlo es restando los días acumulados por cada mes trabajado que no se ha empleado, es decir, si hay que restar tres días por mes y ha estado dos meses en ERTE, el trabajador tendrá que restar seis días a sus vacaciones.
La reducción de jornada
Si la empresa se acogió a una reducción de jornada en el ERTE, los trabajadores tendrán los mismos días de descanso que en condiciones normales.
Vacaciones durante la aplicación del ERTE
Aquí el ERTE no va a afectar a los días de descanso que le corresponden al trabajador. Además, este cobrará el salario normal sin que haya ningún tipo de reducción en su nómina. Una vez que el trabajador vuelva a su puesto, estará regulado en las mismas condiciones de siempre, pero no podrá disfrutar de los días de libranza.
Si la empresa negociara un nuevo calendario, las vacaciones podrían ser más cortas. No obstante, las fechas de las vacaciones deberán ser comunicadas con al menos dos meses de antelación antes de su disfrute.
Fin del ERTE durante las vacaciones de un trabajador
Sí hay que prestar especial atención a esta circunstancia que atañe a todas aquellas empresas que finalicen el periodo de ERTE. Es muy probable que haya trabajadores que estén disfrutando de sus vacaciones justo en el instante en el que concluya el periodo de ERTE.
Si la empresa solicitara la incorporación del trabajador, este tendría que regresar a su puesto de trabajo de forma obligada. Si se negara, la empresa estaría incluso en su derecho de despedir al empleado con un despido disciplinario por rehusar a sus condiciones laborales.