Nos encontramos ante un reto y una oportunidad de crecimiento capaz de generar la creación de nuevos puestos de trabajo.
Hace unos días, se publicaba en prensa la intención del Gobierno de aprobar la Estrategia Española de Economía Circular, que pondrá las bases para superar la economía lineal y avanzar hacia un modelo de producción y consumo en el que el valor de los productos materiales y recursos se mantenga en la economía el mayor tiempo posible, mejorando la eficiencia, minimizando la generación de residuos.
El objetivo es conseguir una sociedad más eficiente en el uso de los recursos, que produzca menos residuos y que utilice como recurso aquellos que no puedan ser evitados, siempre que sea técnica y económicamente posible, con garantía para la salud y el medioambiente.
Se trata de sustituir una economía lineal basada en extraer, producir, consumir y tirar, por una economía en la que se reincorporen al proceso productivo los materiales que contienen los residuos, para la producción de nuevos productos. En este planteamiento, la reducción, la reutilización, el reciclaje y la valorización material de los residuos constituyen procesos esenciales.
Para ello, se identifican seis sectores prioritarios de acción como son la construcción, agroalimentario, pesquero y forestal, industrial, bienes de consumo y turismo.