La dispersión normativa medioambiental supone un reto importante para las empresas.
“Las leyes ecológicas en vigor ahora mismo se miden por miles”. Según el Instituto de Investigación Grantham, un organismo británico especializado en cambio climático, a finales de los noventa, apenas existían 72 textos ambientales en todo el mundo; en la actualidad son unos 1.500.
Existen normas internacionales, comunitarias y estatales; en España, además, otras provienen de gobiernos y organismos autonómicos y, finalmente, de algunos Ayuntamientos.
“Esto genera una situación un tanto caótica”, y debido a esta dispersión del ordenamiento, “estar actualizado y ser consciente de qué normativa se aplica en cada momento supone un reto importante”.
Adaptarse a las exigencias legales puede obligar a modificar sustancialmente los procesos productivos o, incluso, abandonar determinadas actividades. Decisiones que “suponen un coste significativo” y que pueden laminar el ánimo cumplidor de la organización.