El 21% del consumo energético mundial en el 2030 procederá de las renovables, aunque el progreso en la expansión de este tipo de energías sigue siendo complicado, pese a la inversión.
Es una de las conclusiones más destacadas del Informe sobre el Progreso Energético, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Banco Mundial (BM), entre otros organismos internacionales, y presentado esta semana en Lisboa. El documento destaca también atrasos en los otros dos objetivos para 2030, el acceso de toda la población a la electricidad y a las energías limpias para cocinar.